Actividad 2.2 El ser y hacer docente.
La aventura de ser maestro.
Después de haber leído el texto “La aventura de ser maestro” no queda más que reflexionar sobre nuestra profesión de ser docente y cuestionarse mucho sobre esta actividad, algunas tienen respuesta inmediata otras no. Porque por ejemplo: cierto es que en su momento y por elección propia no estudié pedagogía, me fui formando conforme el tiempo transcurría, también, por “acierto y error” y aún contra las dificultades y limitaciones psicopedagógicas salí adelante con los grupos; a través de de 15 años de actividades académicas he tomado cursos y/o talleres relacionados con las técnicas de enseñanza-aprendizaje que me han apoyado en esta profesión, y como a veces lo comentamos entre los compañeros “el alumno aprende con el maestro, sin el maestro y a pesar del maestro”.
Yo me pregunto “solo alguien que nace para ser maestro o un profesor de vocación o un profesor de alma” son los que te hacen “sentir-pensar, pensar-sentir”; que no un buen comunicólogo, un poeta, un artista también, y todos aquellos quienes despiertan los sentidos y los sentimientos humanos; lo que pasa es que no se tiene o se ha ido perdiendo la consciencia del valor que representan las “relaciones humanas” con nuestros semejantes con los que se comparte tiempo, espacio, atención y afectos.
Es necesario romper paradigmas para resignificar la docencia, en lugar de sentir
que es un trabajo pesado nos haga sentir útiles para los demás, lograr que los alumnos amen la sabiduría, que se enamoren del conocimiento a partir de lo que ellos saben, esto conlleva a buscar nuevas formas de comunicación dándole sentido para que se encuentren a sí mismos. Por otra parte, dominar los métodos de enseñanza no es suficiente es necesario saber el “como” hacerlo, sistematizar u organizar la información para que ésta de resultados y tener un orden para llamar la atención de lo alumnos.
En lo personal, tengo mi propio concepto de lo que es disciplina: “Disciplina es hacer todo aquello que no te gusta por tu propio bien”, me atrevo a comentarlo porque esto a mi me ha ayudado a formar mi propia identidad profesional, siempre con la mente abierta para seguir preparado mis clases y luchar por trascender en las generaciones de estudiantes. Y vaya que es una aventura ser profesor; es ponerte la camiseta de los adolescentes en su sentir y pensar para poder entenderlos y motivarlos hacia donde tu quieres llevar la educación.
Finalmente, y lo dejo con signos de interrogación ¿qué es ser un maestro humanista?, ¿qué es ser un maestro paternalista? o ¿qué es ser un maestro pasivo?
lunes, 8 de diciembre de 2008
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1 comentario:
Hola Mario
Eres super!
Saludos
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